LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 29 de julio de 2011

SÍ QUE PODEMOS



Una manera de ignorar la infelicidad es compartiendo tus desasosiegos con aquellos que te quieren. Cuando intercambiamos impresiones se alivia la tensión de sentirse aplastado por el peso de las preocupaciones que siempre amenazan nuestra estabilidad. Saber que otros en la distancia luchan con el mismo ahínco en situaciones semejante a las nuestras nos anima y entusiasma a cambiar de rumbo. Hasta podemos llegar a crecer alas para volar sobre la turbulencia de la crisis. Nos hacemos más fuertes, más seguros de nuestra capacidad para sobrevivirlo todo y comenzamos a tomar decisiones difíciles. Decisiones para las que no estábamos preparados antes de comenzar a compartir retazos de la vida que nos toca. Continuaremos el camino a donde nos escolte el destino llevando nuestras cicatrices y nuestros logros con orgullo. No podemos dejar de amar, simplemente porque no permitiremos que nada ni nadie llegue tan profundo como para distorsionar nuestra capacidad para dar y recibir sin perder la fe.
Estamos juntos, y eso, ya lo hemos descubierto. Sí que podemos.

1 comentario:

  1. Querido Marco, de vez en cuando me asomo a este rincón, a respirar la entrega de tantas cartas. Y he descubierto esta en concreto y que aún no había leído y toda ella es preciosa pero sobre todo esta frase "No podemos dejar de amar", porque así es. Porque es lo que nos da vida: amar.

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