LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

miércoles, 25 de agosto de 2010

CARTA A LA VIDA 2008






Minutos antes de celebrarse el enlace

Clara Méndez compartió sus sentimientos con los novios…



El amor no reconoce las distancias, tampoco los hábitos de las costumbres. Cuando el insondable miedo a lo desconocido nos embarga, ni siquiera en ese instante desfallece. El amor simplemente llega, se instala y desafiante en su inocencia lo abarca todo con una intensidad proporcional a su fragilidad.

Hoy hemos sido nosotros los escogidos para ser testigos de un evento que no se volverá a repetir. Somos el testimonio vívido del vínculo matrimonial entre estas dos personas, algo que quedará grabado en las pestañas del tiempo. Desde un principio fuimos cómplices, porque desde entonces acariciamos la ilusión de verlos juntos en un día como este y soñarnos parte de una ceremonia como esta, confabulados en el deseo de verlos felices, sea el tiempo azul de cielos o del gris que acompaña las tormentas.

Para estos dos el viaje comienza hoy, habrán otros momentos de plenitud y aunque sus rostros aún no reflejen la total realidad de lo que está sucediendo, el susto es delicioso, el sobresalto es uno de amor que los transformará en compañeros; en pareja para toda la vida; en amantes; en un todo el uno para el otro.



Enhorabuena. 

domingo, 22 de agosto de 2010

CARTA A LA VIDA 2001


A Puerto Rico desde España. Año 2001

Carta a un amigo que se lo tragó el olvido.


Antonio:

Acércate a España querido amigo e incrustaré una maja celestina en tus ganas de vivir. No temas por tu virilidad y acorta la distancia, yo me encargaré de quemar tu visión ensillándola a una gitana, una de esas diablas que por el placer de corromper tu espiritu fornicaría sobre el tablao en un “atrévete” de guitarra flamenca. ¡Pisa esta tierra noble varón, para que muerdas la tradición que nos ha hecho isleños y sientas hervir la sangre de tus pies en la cuenca de tus ojos! Abrázate a lo que resta de tu existencia y deja de lamerte las cicatrices de novillero. Hay una plaza de Sol en tu destino, ven a jugarte los testículos en un mano a mano con la vida aunque las tengas todas por perder. Ah… pero si ganas... si ganas, la piel de esa mujer te sabrá a miel y no quedará un solo secreto en tu boca que no haya escaldado la pasión. No encontrarás la brújula que te indique el camino de regreso, porque puedo jurarte que por el resto de tus días la vida la llevarás escrita en las cuentas de un rosario que en cada piedra guarda la memoria de una promesa de amor...


Con el cariño de siempre,



Marco Antonio