LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 26 de octubre de 2012

NUESTRO PRIMER AMOR



¿Cuándo tuvimos consciencia para entender que en algún recodo de nuestro instinto dormía la capacidad para amar? Intentar recordar ese momento es un esfuerzo casi inútil, pero sí en un momento de retrospección cuando nos encontramos solos más dentro que fuera de nosotros, entonces podremos remontarnos a la primavera de nuestras vidas navegando en las imágenes perdidas cuando todo lo que nos rodea, deja de ser.

Bien sabemos que es la efímera y tierna sensación de un instante ya vivido, probablemente cuando nuestra consciencia aún no había despertado del todo, pero sí fuimos capaces de percibir aquella tibia sensación de abrigo y la necesidad de sentirnos protegidos, entonces por instinto reclamamos ese agradable entorno emocional que nos rodeaba y creamos una dependencia. Quizás ese fue nuestro primer idilio, nuestro primer amor.

Ha pasado algún tiempo desde entonces y las subsecuentes etapas de nuestra existencia, como láminas de un libro, son testimonios palpables de cómo hemos evolucionado. Ahora sabemos lo que es amor y donde habita. Por regla general imaginamos que se alberga y se nutre en algún lugar dentro del corazón, pero la realidad es que desde aquel instante primaveral cuando nuestra seguridad estaba en juego, esa agridulce sensación que todos sabemos reconocer se esconde en la silenciosa oscuridad del cerebro desde donde nos ha acompañado en todo momento, siempre deslizándose con inquietante impredecibilidad dentro de nuestro ser, siempre dominando nuestros sentidos y en muchas ocasiones, distorsionando la lucidez de nuestras decisiones.

Pero no sabemos vivir sin amor, ni debemos. No es un gran descubrimiento reconocer que la dirección que seguimos, por más que lo intentemos, nunca se materializa según el plan original porque el instinto es parte de nuestra indumentaria, estamos revestidos con la capacidad de amarlo todo y esa misma capacidad lo transforma todo, hasta nuestro destino cuya fragilidad es angustiosa.

Nuestra evolución es una metamorfosis constante, el tiempo nos convierte de protegidos a protectores y el amor se manifiesta con un sentido exquisito de propiedad hacia nuestros padres y nuestros familiares. Cuando amamos a nuestros hijos lo hacemos de una forma sorprendente, ya que hasta los más arraigados preceptos de nuestra matriz se diluyen en esa inmensa fuerza. Podemos prescindir casi de todo ahora que la consciencia ha desarrollado la capacidad de dirigir el complejo entramado de nuestras emociones pero nunca sobreviviremos sin un objetivo que produzca esa reacción que adjudicamos al corazón y cuyo verdadero origen, al parecer, es en el subconsciente donde se ha alojado desde aquel involuntario principio.

Allí habita la esperanza abrazada al amor.


Marco Antonio

lunes, 17 de septiembre de 2012

SI PIENSAS COMO YO...



No me sobra el tiempo para alargar la lengua y saborearlo todo. Es su falta lo que más me preocupa, añoro el no poder tragarme los colores del mundo, las noches, los días, las gotas de lluvia y el olor a pan horneado. Me nutro de la risa de los niños y todo lo que se acerca a mí por los cinco sentidos y encuentro que sí me falta tiempo para abarcarlo todo.

También reconozco que existe un lado oscuro, esa sinuosa característica tan necesaria en todo ser humano para mantenernos en equilibrio. En ocasiones se manifiesta como una carga emocional que irrumpe en nuestro entorno y nos imaginamos desprotegidos y atrapados. Es como sentirse extranjero en un país desconocido donde todas las experiencias son nuevas y en cada momento nos vemos forzados a improvisar porque no podemos contar con la experiencia de nuestros hábitos de conducta. Es entonces cuando nuestro carácter se desdobla y reaccionamos precipitadamente y por lo general de manera negativa.

Quisiera tener un alma con un siglo de experiencias y suficiente espacio y flexibilidad para amar hasta el infinito, pero reconozco mis limitaciones. El contacto personal es como una piel que rechazo sin analizarla demasiado. En un principio, cuando invade mi entorno no me inspira confianza, así que son raras las ocasiones en que intento profundizar. No soy de los que atraviesa con facilidad esa frontera porque no siempre las experiencias son agradables y en mi caso, los intercambios no progresan. Hay situaciones en que el intento es tan inflamable como si prendiéramos fuego a un papel de china que en un instante se carboniza en su propia desconfianza.

Me pregunto si somos como un cuerpo que no suda por temor a descubrirse y preferimos huir porque imaginamos un olor a miasma que no es real y visualizamos el egocentrismo como una babosa húmeda que lame y chupa hasta consumirlo todo. A veces me siento aplastado bajo el peso de mis propias contradicciones como si nada me importara, pero no es verdad, me importa todo y todo lo que está a mi alcance me causa un descarnado dolor en el alma. No acierto a ubicarme en este rompecabezas como lo que soy, una pieza más. He dejado de oír por las orejas para prestar mejor atención a mis fantasías y así he descubierto el placer de vivir de sueños. Es mucho más agradable que la realidad.

No creo que encuentre muchas opiniones que coincidan con mi forma de pensar…

Marco Antonio

lunes, 10 de septiembre de 2012

DR. EDUARDO GONZALEZ

<< Requiescat In Pace.>>


LUCES DEL UNIVERSO


Es ese constante tintinear de las estrellas el que sugiere que de algún modo todo pudiese estar relacionado con el drama de nuestra existencia. La vida misma no es más que un pestañear de luces que se encienden y se apagan en el breve espacio que habitamos en el tiempo. Somos como un destello de vida que eventualmente se esfuma revelando que nada es eterno.
Mi amigo del alma llora en la oscuridad que ha dejado la pérdida de uno de sus seres más queridos. El hermoso resplandor de una persona, su hermano mayor, cuyo tiempo se truncó a deshora. Un hombre que debería haber permanecido impartiendo su sabiduría y ejerciendo su profesión sin preocuparle el tiempo, pero llegó el momento en que todo el esplendor de su universo cedió el espacio que siempre fue suyo y su estrella oscureció. En algún momento todos confrontamos esa incomprensible secuencia cósmica que determina cuando un ser querido deja de acompañarnos en nuestra trayectoria, pero el aura de su tiempo fraguó con inquebrantable determinación su propósito herrando corazones con el temple de su sensibilidad y determinación para que aquellos que le conocieron continuaran compartiendo su visión.
Esas personas que nunca le olvidaran ni dejarán de amarle.

Marco Antonio

lunes, 3 de septiembre de 2012

ATRAVERSIAMO

En italiano quiere decir, crucemos a la vereda de enfrente, salgamos de nuestro sitio, donde la tristeza, o la vida nos esta agobiando.
No quiere decir que cambiemos de casa, de ropa o de todo los que nos rodea, solo hay que cambiar todo lo que nos hace sufrir, lo que nos reprime, o lo que nos angustia.
Yo encontré la forma de escribirle a la vida o reclamarle la parte de felicidad a la que tengo derecho o sea a la armonía que debe regir en mi existencia.
La palabra atraversiamo me entusiasma, es buscar lo que nos puede hacer disfrutar de ese tiempo que nos abarca y a veces nos confunde.
Me hice una lista de lo que me gustaría cambiar, lo que me deprime, y lo estudio y trato de ver que lo que no se puede, hay que superarlo minimizándolo, lo mas que se pueda.
La vida no es un parque de diversiones, ni un serial de placeres, hay que aceptar lo que nos da, sin preocuparse demasiado, ya que ese es el mal de todo, la preocupación innecesaria, cuando las cosas seguirán de todos modos, el curso que deben seguir en nuestro destino.

Carmen Muñoz

martes, 21 de agosto de 2012

LA VENTANA ABIERTA

Dejas una ventana abierta y las páginas del libro de tu vida corren borrosas arrastradas por el tiempo. Mirarnos al ombligo no es una buena costumbre, es algo que aprendimos en el principio cuando teníamos una eternidad por delante, ahora cada segundo hay que saborearlo y nos inclinamos por dejar nuestras huellas en todo lo que hacemos como testimonios de nuestra férrea voluntad.

Tenemos que besar más, abrazar como si quisiéramos dejar algo de nosotros en ese contacto tan personal, contar nuestros sueños y desvelar nuestras dudas a todos los que se han instalado en nuestro camino. Tenemos que vivir porque ése es el propósito y no hay otro, vivir para hacer constar de que formamos parte de un collar infinito cuyo comienzo ya olvidado nos define; entonces y ahora.

Sé que con la ventana abierta y estas páginas borrosas que se desdoblan, no es el momento para apreciarme el ombligo. En estos tiempos debemos enderezar la espina dorsal, esos que podemos, porque cada amanecer es un lujo que no se puede desperdiciar. Escribe una carta, un poema, una canción, acaricia a una persona mayor e invéntate un cuento que deje boquiabierto a un niño. Te aseguro que te sentirás inmenso de corazón y que las páginas de tu existencia irán tan cargadas de vivencias que el tiempo tendrá dificultad al pasarlas. Yo también te quiero. Marco Antonio

viernes, 13 de julio de 2012

DEMENCIA



Sabrás que la demencia es un secreto
que reniega desnudarse en tu presencia.
Es el libre albedrio de un soñar despierto,
la visión fantasmal que habita adentro.

Se tiembla sin temor al contemplar que somos
la voz en un silencio intencionado y nuestro
que nunca vocaliza el pensamiento oscuro
enclaustrado en el panteón de la cordura.

Antítesis de la razón. De la consciencia
que retumba a gritos: prisionero.
Desafía el compás de la apariencia
intentando alterar nuestra conducta.

Somos el ángel y la arpía, dos en uno.
El soplo omnipotente prefirió las alas
para crear este universo de fachadas,
pero dejó una trampa: la demencia.

Marco Antonio

sábado, 16 de junio de 2012

DESDE MI OTRA ESTANCIA



Aprendí a dibujarte en la nostalgia
con los parpados cerrados, sin quererlo.
Descalza, se esfuma tu frágil transparencia
quedando las cenizas de mi crudo empeño.


Desconozco esta obsesión, este yugo
candente que retuerce mi cordura.
Sin sombras del olvido se acentúa tu ausencia
y sin palabras me oigo repetir cuánto te quiero.


Se ama más allá del tabernáculo infinito
donde la noche nunca espera al día.
Se ama sin voz, con el dolor de la desdicha
atada a la ilusión y a los recuerdos.


Si alargar mis brazos pudiese entre las sombras,
vencería el letargo silencioso de esta fosa fría
para perseguir al espectro de la vida
y entregarte mi amor, aunque no pueda verte.


Marco Antonio

miércoles, 13 de junio de 2012


Hoy comienzo la travesía por el año 78 de mi vida. Parte del milagro es cómo logré llegar hasta aquí sin perder la noción del tiempo preservando un trozo de la cordura original. Me nutro de la claridad que ilumina mis ideas y de todos aquellos que van y vienen a mi Torre de Babel. Gracias por infundirle sentido a mi presencia en el planeta y por prestar atención a esta cósmica partícula de humanidad acompañándome parte del camino. Las imágenes son como huellas profundas y poderosas que ayudaron a moldear mi carácter, las palabras que cruzaron los océanos, clavos ardientes que despertaron emociones desconocidas e imperecederas. Gracias por haber escogido este tiempo y no otro para compartir la vida con aquellos que sentimos por la punta de los dedos. Somos secuaces en busca de sueños, conspiradores cuyos propósitos consumen nuestro precioso tiempo, ése que sin duda nos llevará inconscientemente a un mismo lugar. Los quiero desde antes, como siempre y sin reservas.

Marco Antonio.

miércoles, 6 de junio de 2012

EL MILAGRO



El deslumbrante color de la vida lo percibimos aun cuando nuestros sentidos no han desarrollado la suficiente capacidad para emprender la primera exploración del entorno que nos servirá de escenario. Causamos angustia, dolor y alegría al reclamar este espacio; también lloramos con una furia descomunal sin tener la capacidad de entender el por qué. La razón tardará algo más en madurar pero ya será un poco tarde para recordar ese principio. Nuestra preocupación primordial será entonces el hambre y toda la información que nuestros aún aturdidos sentidos nos provean. Así, a largos trazos, hurgando en el subconsciente imagino nuestro despertar a la vida.

De las hojas sueltas de nuestro almanaque se escapan con nombres y apellidos las vivencias, como si la vida fuese un estudio de arte donde se cincela la fibra de nuestro carácter quedando plasmadas en el proceso, las idiosincrasias que caracterizan la personalidad en cada individuo. Esa será la armadura que nos protegerá por el resto de nuestras vidas o el talón de Aquiles que revelará cuán frágil realmente somos. La sabiduría irá desarrollándose dentro de esa alforja donde acumulamos las vivencias. Madurará con el tiempo en su constante lucha contra la estupidez que gesta en la ignorancia y en ocasiones será el arma de preferencia para obliterar la presencia genérica de los necios, los arrogantes y la mediocridad hibrida.

Es muy difícil saber cuando llega la noche, cuando comienzan a escurrirse nuestras habilidades y en qué momento perdemos la noción de la realidad. Todo es parte del milagro que nos otorgó el espacio que ocupamos para comprometernos con la vida. También entregarlo para que sea ocupado por otra entidad es parte del proceso. No todo es en vano, a veces nuestra misión es perpetuar la especie, otras iluminar el camino con la sabiduría adquirida y más importante aún sembrar la esperanza y tener el convencimiento de que nuestra evolución como especie, es una fase necesaria para que continúe el enigmático e inexplicable proceso de existir en este universo.

Marco Antonio

sábado, 2 de junio de 2012

EL DIALOGO ... LA VIDA


Aparentemente el dialogo es un proceso colectivo de impredecibles consecuencias. Una formidable experiencia que en circunstancias apropiadas sirve para fraguar el molde que gesta las ideas.
Es imprescindible establecer un dialogo para que los carretes de la imaginación comiencen a girar a la velocidad del vértigo y se produzca la carga electrostática necesaria para darle el sabor argumentativo que todo intercambio de palabras necesita.
Las inquietudes y la individualidad con que se personifica nuestro criterio en un dialogo, delatan las coordenadas que nos sitúan en esta vida, de donde somos, de qué vivimos y hacia donde forzamos nuestros pasos; son secretos que siempre bailan en la punta de la lengua dispuesta a defender el prodigioso entorno que nos ha sido adjudicado.
La pasión y el arrojo al expresarnos reafirma la necesidad de sentirnos parte de esta misión; estamos aquí y somos ingredientes del todo.
¿Será entonces posible que haya un propósito, una urgencia de contribuir con nuestra existencia al proceso de perpetuar la vida tal como la conocemos?

Marco Antonio

viernes, 27 de abril de 2012

TU QUE PIENSAS

¿TU QUÉ PIENSAS?

Siempre has sospechado que eres el protagonista pero nunca te atreviste a cuestionar la razón del por qué. Ahora que eres mayor, aún no te has enterado. Hace algún tiempo te abandonó la inocencia para ser suplantada por la realidad que te persigue pero que nunca se vincula y aunque por dentro no dudas de que existe un propósito, un no sé qué manipulador, aún no has podido acumular el suficiente valor para confrontar la razón del por qué.

Desde que naciste llevas todas esas instrucciones subscritas al genoma mejor conocido como ADN que corre por toda tu fibra y no lo cuestionas ni te revelas, aunque intuyes que algún día el proceso se volverá contra ti y comenzará a destruir tus más nobles cualidades y el instinto de supervivencia. ¿No es este paradigma lo suficiente angustioso como para causarnos una psicosis?

Sé que alguna vez te ha pasado por la mente la posibilidad de que cuando el proceso evolucionario termine, también pudiese concluir todo lo demás. ¿Quién dice que cuando dejas de ser parte de la realidad no pasas a ser parte de la nada? Esta hipótesis se acerca peligrosamente al borde de la demencia. ¿Pero es en realidad cuestionable esta insinuación? Habrá quizás, un proceso cuya ósmosis nos mantiene en equilibrio, a veces situándonos en la dimensión de la cordura, otras en los parámetros de la demencia.

Hay que ser sumamente cauteloso cuando se deambula por estos parajes, la espiritualidad y los conceptos teológicos son totalmente incompatibles con las teorías del genoma humano y su función evolucionaria. Una persigue implacablemente el proceso detrás de los mecanismos biológicos del ser humano, la otra es una especie de fenómeno natural que no necesita ayuda. Sólo requiere un minúsculo e indefinible destello interior al que llamamos Fe. Si tu existencia gravita alrededor de ese milagro, entonces no tendrás la necesidad de preocuparte a donde vas cuando todo esto termine.

Marco Antonio

miércoles, 11 de abril de 2012

CUANDO ME LLAMEN

CUANDO ME LLAMEN


Cuando la sienta ciñendo mi cintura
sabré que es tiempo. Despediré al gato,
escribiré una carta para que no me olviden
y guardaré los recuerdos en la bolsa del viaje.


No dejaré mucho amor en la almohada.
Sin el eco de las palabras dulces
que revuelan desbordadas en las sábanas
el rastro será nulo, no creo en los fantasmas.


Si me permite llevar de tu presencia,
tengo la orla de besos que colgaste de mi vida,
el hormigueo de tus caricias en mi espalda
y saber que estás donde me lleven.


No podré ir muy lejos, si en ti vivo,
ni muy cerca para eclipsar tu mente.
Somos ya leyenda en este espacio
y en todo lo demás, seremos siempre.


Marco Antonio

viernes, 30 de marzo de 2012

NO ESTÁS SOLA

NO ESTÁS SOLA

Necesitas saber que no estás sola.
El secreto se guarda en esas teclas
para que el vínculo lo descifren nuestros ojos.
Compartimos el retorcido hilo de esta vida
teñida de alegría, soledad y miedo,
colgando a veces en precarias condiciones.
Mas otras, con el férreo puño encerrando
la ilusión vestida en el azul de un nuevo amor
y la fe tendida al pie de los puntales.
No estás sola y nunca lo estarás
porque juntos viajamos por este mundo
creado por nuestras convicciones,
armados de palabras, las nuestras,
esas que acarician cuando la piel reclama
un soplo ya cuajado que resucite el alma,
la mía o la tuya para continuar el rumbo,
para hacernos más fuerte, para que el verbo
siga su marcha. No estás sola.


Marco Antonio

jueves, 22 de marzo de 2012

SENTIDO A LA VIDA

Pensar en ti revuelve los fluidos y la sonrisa florece sin premeditación. Es que saberte parte de la vida y entre los míos me hace sentir especial. Tus palabras siempre van vestidas de domingo, que por naturaleza sospecho debe ser el color de la amistad.

El cómo y el por qué habitualmente encuentran la oportunidad para leer estos argumentos que dirigimos al tiempo y a la vida, un misterio que no logro reconciliar. Debe existir algún caleidoscopio demencial en nuestro cerebro que refleja esta tendencia a cuestionar las circunstancias.

Sobrellevamos el drama de las fatalidades, pero no las aceptamos del todo. Más de una vez, nos hemos mojado de infelicidad y en ocasiones llegamos a extremos emocionales cuando la depresión nos hace acurrucar el alma. Pero me pregunto si alguien recuerda haber perdido la personalidad o la pasión por lo que nos identifica como parte de este laberinto. He aquí nuestro antídoto contra todas las situaciones negativas, sean estas tragedias o calamidades productos fortuitos de nuestra inexperiencia.

Sin dudas somos una fortaleza inexpugnable si así lo queremos considerar. Si reflexionas, a todas las horas del reloj nos enfrentamos cara a cara con un entorno, a veces dulce, a veces hostil; pero nunca nos han faltado las palabras para expresar nuestras inquietudes.


Marco Antonio

jueves, 1 de marzo de 2012

CAMINO EN EL SILENCIO

CAMINO EN EL SILENCIO


Puedo caminar en el silencio sin interrumpir este dialogo que llevo con la vida. Es verdad que no siempre encuentro el momento adecuado ni la claridad necesaria para que mis argumentos se manifiesten con solidez, pero la vida de antemano me da todas las respuestas y no es un secreto que caminar mis silencios es una manera aceptable para aliviar las frustraciones. Intento cuestionar todo lo que no encaja y adjudicarme como mías las victorias de aquellas situaciones que se resuelven.

Alguna vez quién no se ha preguntado: ¿por qué me escogieron a mí? Hay otros que van por la vida pero al parecer no la sufren, no en la misma magnitud con que la gran parte de la humanidad va marcando su paso. Me respondo a mí mismo que este es un mundo de supervivientes y que la propia naturaleza del ser humano pacta las diferencias. Algunos pocos lo llevan en la genética, para otros es pura determinación, el resto de nosotros carecemos de los ingredientes necesarios para sobrellevar las tormentas con la fortaleza de aquellos destinados a triunfar y terminamos preguntándonos: ¿por qué nosotros?

Si en verdad esas diferencias existen, entonces: ¿Cuál es la necesidad de aquellos que carecen de la materia prima para sobrevivir con dignidad, tener que hacerlo en tan desproporcionadas magnitudes para luego convertirse en plagas de hambre y vicisitudes?

Termino sacudiendo mi cabeza para despejar el silencio y las visiones. Respiro profundamente intentando atrapar en mi interior algún vestigio cósmico de aquellos que respiran el mismo oxígeno pero que nunca necesitan hacerse las preguntas que yo me hago. Continúo mi trayectoria con la esperanza de que mientras haya vida, la idea de satisfacer el ego y sus idiosincrasias es la energía que alimenta mi obstinación.


Marco Antonio

sábado, 11 de febrero de 2012

MI CAJA DE ZAPATOS



Tocar las cosas viejas es como emprender un viaje al pasado, se te inunda el presente de acuarelas que cuelgan en tu memoria como obras de arte que formaron parte de tu vida. A veces al tocarlas, sonreímos, otras lloramos.

Todos guardamos como reliquias algo personal de aquellos que quisimos y queremos. En mi caja de zapatos escondo las cosas personales de mi madre. Casi nunca me atrevo a abrirla, pero cuando lo hago, se desprende una estela de su perfume que mesmeriza y mi visión se nubla.

Nunca sé en qué momento ocurre la transición al pasado, es como si una máquina del tiempo me estuviese esperando dentro de la caja de zapatos para llevarme a dar un paseo por el caleidoscopio de estampas fragmentadas que dibujan mi vida junto a ella.

Con gran esfuerzo cierro la tapa, pero no sin antes sentir la caricia tibia de una mano tersa que sin decir nada, lo dice todo.


Marco Antonio

martes, 31 de enero de 2012

LA ALEGRÍA DE VIVIR

LA ALEGRÍA DE VIVIR

Me pregunto si esta mañana cuando te miraste en el espejo descubriste en tus ojos la alegría de vivir. Me pregunto si al seguir la línea de tus labios ya sabías de antemano que te estaba esperando esa tendencia a sonreírte a ti misma cuando recuerdas las experiencias que reverdecen en tu corazón.

Es maravilloso sentirse feliz ante el espejo y soñar que el resto de tu vida pudiese ser así, como el reflejo de un camino que comienza y termina con tu determinación de ser tal como eres sin mover un árbol o una piedra del paisaje. No siempre contemplamos el reflejo de nuestras pupilas en ese espejo para celebrar el acontecimiento de que somos parte de un mundo feliz, porque sabemos que no es la realidad.

Me pregunto cómo, desde este infinitésimo rincón que cada uno de nosotros ocupamos, podríamos de alguna manera alterar las consecuencias del inexorable paso del tiempo. Cómo se desvía el curso de un río que por su naturaleza se pierde en el mar para conseguir que su cauce reviva la tierra árida, el árbol seco, la esperanza perdida o el reflejo de un rostro triste en un espejo roto.

Qué milagro se necesita para alimentar a los que sin pedir que les trajeran al mundo, se mueren de hambre sin saber por qué. Quién será el primer valiente que se despoje de su arma con la esperanza de que su acto inspire a otro y a otro más. Cuál será el primer país que descubra la fórmula para erradicar la terrible enfermedad de la codicia y la insensibilidad. Qué tenemos que hacer para volver a mirarnos en el espejo y ver reflejados en nuestros rostros vestigios de esa felicidad que resurge de la esperanza. Cómo curar la apatía y remendar la confianza de un mundo cuya indiferencia es muda a la promesa.

Quizás si cambiáramos de espejo y sólo permitiéramos el reflejo de los sueños y las ilusiones, entonces volveríamos a sentir un sentimiento espontáneo. Algo así como la alegría de vivir.

Marco Antonio

domingo, 29 de enero de 2012

MIS MIEDOS

A veces siento un miedo atroz de la realidad que me rodea. Me sucede después de haber sostenido un diálogo intrínseco con el no sé qué; ése que forma parte de los circuitos electro-químicos que ocurren en mi cerebro, un proceso mejor conocido como el subconsciente.

La realidad la intuimos a través de los sentidos, sin ellos no hay causa ni efecto, sin ellos no hay razón para deducir que somos elementos especiales en este escenario al que llamamos La Vida. Sin esa susceptibilidad no nos fuera posible dialogar con el no sé qué.

Tiemblo cuando el drama que percibo a mi alrededor se desfigura y se torna tan rocambolesco que comienzo a dudar si en algún momento he sido trasladado a otra dimensión, un espacio insólito donde los valores humanos y la violencia son la orden del día.

Cuando oigo hablar por los medios televisivos con tanta naturalided de los miles de niños que mueren de hambre y de los cientos de mujeres que pierden la vida por tan sólo amar, me pregunto si este es el lugar donde nací vestido de inocencia y soñando con soldaditos de plomo. De noche miro al cielo y al parecer veo las mismas estrellas parpadeando y ya desvelado, me sorprende el resplandor de un nuevo día. Todo parece igual, pero no es lo mismo, se respira la desconfianza en el ambiente y la hostilidad en el aura del que por tu lado pasa.

Nadie se atreve a dejar a sus hijos jugar solos más allá de donde alcanza tu visión y la puerta de tu casa posiblemente tenga tres cerrojos. Los soldaditos de plomo han desaparecido y ya no se ven tantas muñecas ni niñas vendiendo limonadas en la esquina de su calle como parte de un juego entre amigas entrañables.

Tengo miedo de que el mundo tal como lo imaginaba nunca haya existido fuera de mi fantasía infantil. El cristal en mis ventanas se ha ido empañando con el tiempo y ahora vivo en un lugar oscuro. Y tengo miedo.

Marco Antonio

sábado, 21 de enero de 2012

OTRA PÁGINA

Es una carrera demencial. Se polarizan los sentidos y el tiempo se escurre a un ritmo tan acelerado que sin acabar de centralizarnos en la avasalladora realidad del presente, comenzamos a sentirnos exhaustos.

El tiempo y por consiguiente la vida se mueve tan de prisa que sólo el instinto de supervivencia nos da la noción de la magnitud de la odisea. Una vez más hemos cruzado esa línea imaginaria que representa el principio de un nuevo año, pero el aprovechamiento y los logros no han cambiado de sabor y al parecer, aún estamos a tiempo para hacernos todo tipo de preguntas, por ejemplo: ¿Por qué no valoramos más la constancia con que nuestros pulmones cumplen su cometido sin importarles la razón de esta trayectoria? Este órgano no desiste ni un instante en su tarea de sustraer el oxígeno del medio ambiente para que continuemos sobreviviendo hasta la clausura de nuestro ciclo biológico.

El tiempo se desliza como una sábana de seda dejándonos al final, desnudos y sin recursos. Las experiencias de los años transcurridos se alojan en el subconsciente; no son más que recuerdos que endurecen la fibra y transforman la conducta. Pero eventualmente todo se apaga y el oxígeno continúa reciclándose en otras vidas que nada tienen que ver con las nuestras.

Marco Antonio

sábado, 14 de enero de 2012

CUANTO TE QUIERO



Pasan los días y las noches largas. Pasan momentos que nunca mueren, más no te tengo. Pasan silencios, uno a uno y se pierden como pájaros en el cielo. Que poco está quedando de un tiempo hermoso, de un cálido y simple sentimiento, de un sincero deseo de dar lo mejor a quien se quiere.

Todo ha cambiado, quizás yo lo he asumido, porque me doy cuenta de que nada puede hacerse ya, solo recordar, esperar quizás. ¿Quizás qué?, me pregunto, quizás nada, solo recuerdo la ilusión, alas sin tiempo para llegar hasta el rincón más duro de un corazón dolido.

Mis golondrinas viajarán y quizás, solo quizás, encuentren que tú sales a recibirlas...

María Susana

jueves, 12 de enero de 2012

EL AMOR LO ES TODO

EL AMOR LO ES TODO

Han ido desapareciendo sin que nadie se percatara de la ausencia. Ha sido algo así, como el que se da de baja de un programa sin dejar señales. Sencillamente deja de ser y lo olvidan como si nunca hubiera existido.

La sonrisa fue la primera en esfumarse. Un día miré con detenimiento a los rostros que se cruzaban en mi camino y descubrí que los labios iban más apretados que de costumbre, las fisuras eran más pronunciadas y las esquinas apuntaban hacia abajo. Hice un esfuerzo por encontrar un rostro sonriente y por fin, al final de mi trayectoria tropecé con una. El chico del panadero padecía de un trastorno emocional y siempre sonreía con la inocencia del que no comprende nada, pero al parecer, era feliz.

No pasó mucho tiempo hasta que comencé a percatarme de que era muy difícil encontrar personas que me miraran a los ojos. Todos parecían evitar el contacto visual y así fue como descubrí transitando por la vida que había perdido la capacidad de recordar el color de los ojos de mi vecina, el de su hermana o el de sus amigas. Llegó un momento cuando ya era tarde porque todos dejaron de mirarse y con la ausencia de la fisionomía facial, los rostros comenzaron a confundirse y olvidamos, sin darnos cuenta, las expresiones de alegría, sorpresa y enojo.

Ya casi nadie se abraza o se besa. Era algo común en otros tiempos, ahora ese contacto se considera demasiado abrasivo, demasiado personal. Pudiese, para muchos, implicar un nivel de intimidad que abre las puertas a la posibilidad de una confabulación a la aventura clandestina. Se besa y se abraza a los recién nacidos y a los octogenarios sin consecuencias sociales negativas.

En el tiempo en que vivimos, corremos otro grave peligro. La televisión amenaza con sumirnos en un silencio ancestral. El arte de la conversación pudiese estar en un proceso de extinción. Casi nadie de esta generación se entretiene en la sala de estar fomentando tertulias para intercambiar opiniones. La pantalla de la televisión hipnotiza, demanda toda nuestra atención, lo domina todo. Sólo el tiempo determinará cuando, por atrofia, perderemos el uso de las cuerdas vocales.

Cuando en el transcurso de unas cuantas décadas hagamos una pausa para examinar nuestros valores, descubriremos las ausencias, las aquí mencionadas y muchas más. Pero nuestra genética continuara reproduciéndose como en el principio y con ello la capacidad de amar a otro ser sin que importe cuan desfigurado esté el espacio donde entonces transite la vida.

El amor es el secreto inextricable e impredecible que decide por sí mismo, cuándo florecer y con quién. Completaremos el momentum que impulsa al péndulo de las circunstancias y entonces la arena regresará del mar como siempre ha sucedido, como ocurrirá con nuestros principios y valores a pesar de las extravagancias que experimentamos con la erosión del tiempo y la distorsión social que nos va dejando el fantasma de la evolución tecnológica.
El amor lo es todo.

Marco Antonio