LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

martes, 23 de septiembre de 2014

Está cambiando el tiempo en la esfera donde se identifican por secuencias los eventos que están por ocurrir. Ya nos acostumbramos a lo brusco e inesperado de esta metamorfosis y vivimos una existencia despreocupada aunque los polos se derritan y el verano se haga sentir en otoño.

Parte del mundo se inunda sin saber a ciencia cierta el por qué y sin poder pronosticar estos eventos con exactitud. El mundo está cambiando, así que nos cruzamos de brazos mientras la televisión nos entretiene proyectando escenas de cómo los marginados de la tierra se mueren de hambre, pierden sus viviendas, sus cosechas y sus vidas. Otra parte del mundo se agrieta por falta de agua que caiga del cielo, aquí no te ahogas, pero mueres de extrañas enfermedades con nombres como Ébola, eso es si antes el hambre no acaba contigo.

Hay que reconocer que con los cambios viene el miedo y éste se ha ido depositando en la médula de los huesos junto al sentido común en silencio, vivimos con la incertidumbre de que todos estamos invitados a bailar en esta comparsa al ritmo del desastre. Gran parte del planeta se muere del hambre, por otro lado, los países más avanzados también están pasando penurias por falta de trabajo y porque no se vislumbran expectativas de cambios. Llevamos tanto tiempo eligiendo mentirosos ineptos y sinvergüenzas para hacer de este lugar algo mejor que ya no nos quedan opciones ni a donde ir.

Sí, está cambiando el tiempo en esta esfera y todo marcha al compás del cataclismo natural y económico que al parecer se ha confabulado para comprobar si el experimento genético del que formamos parte fundamental fue una buena idea ... o no.

Marco Antonio ,