LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

jueves, 1 de marzo de 2012

CAMINO EN EL SILENCIO

CAMINO EN EL SILENCIO


Puedo caminar en el silencio sin interrumpir este dialogo que llevo con la vida. Es verdad que no siempre encuentro el momento adecuado ni la claridad necesaria para que mis argumentos se manifiesten con solidez, pero la vida de antemano me da todas las respuestas y no es un secreto que caminar mis silencios es una manera aceptable para aliviar las frustraciones. Intento cuestionar todo lo que no encaja y adjudicarme como mías las victorias de aquellas situaciones que se resuelven.

Alguna vez quién no se ha preguntado: ¿por qué me escogieron a mí? Hay otros que van por la vida pero al parecer no la sufren, no en la misma magnitud con que la gran parte de la humanidad va marcando su paso. Me respondo a mí mismo que este es un mundo de supervivientes y que la propia naturaleza del ser humano pacta las diferencias. Algunos pocos lo llevan en la genética, para otros es pura determinación, el resto de nosotros carecemos de los ingredientes necesarios para sobrellevar las tormentas con la fortaleza de aquellos destinados a triunfar y terminamos preguntándonos: ¿por qué nosotros?

Si en verdad esas diferencias existen, entonces: ¿Cuál es la necesidad de aquellos que carecen de la materia prima para sobrevivir con dignidad, tener que hacerlo en tan desproporcionadas magnitudes para luego convertirse en plagas de hambre y vicisitudes?

Termino sacudiendo mi cabeza para despejar el silencio y las visiones. Respiro profundamente intentando atrapar en mi interior algún vestigio cósmico de aquellos que respiran el mismo oxígeno pero que nunca necesitan hacerse las preguntas que yo me hago. Continúo mi trayectoria con la esperanza de que mientras haya vida, la idea de satisfacer el ego y sus idiosincrasias es la energía que alimenta mi obstinación.


Marco Antonio