LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 31 de diciembre de 2010

CUANDO EL AMOR SE AUSENTA




Cuántas veces las circunstancias de la vida provocaron ese vacío emocional que siempre queda cuando se ausenta el amor. Como quizás les ocurre a los arboles en invierno cuando sus hojas se marchitan, se desprenden y se pierden en el tiempo. ¿Me pregunto si sentirán el dolor del abandono o si quedará en ellos alguna señal de la angustia y el desamor? Posiblemente no, porque el enajenamiento es propiedad nuestra, es una manera de morir, pero no del todo. Cuando en el campanario del corazón dejan de tañer las campanas, quedan los puñales del recuerdo y en la caja de Pandora nos aguarda la determinación para volver a llenar ése vacío emocional con nuestra capacidad para amar y amar otra vez.
Entonces, en algún recodo de nuestra existencia nos cegará una luz y se detendrá el tiempo y ese amor que siempre ha estado ahí esperando su momento, inundará todos los espacios, todos los vacíos y como la miel que se escurre sobre la corteza de ciertos arboles nos sanará las heridas. La vida volverá a permitirnos ejercer el sentido de pertenencia, amaremos sin prejuicios y nos dejaremos amar sin que nos consuma la duda y el temor.

Marco Antonio

jueves, 30 de diciembre de 2010

TUS MANOS




Ahora que estás aquí, mira tus manos. Sí, mírate las manos como si acabaras de revelar un secreto que llevabas guardado dentro de ti desde que descubriste la noción del tiempo. Fueron ellas las primeras en establecer contacto, las primeras en comunicarse con el mundo antes que despertaran tus otros sentidos, un instinto ancestral que no necesitaba ser descifrado porque sin entenderlo sabías que todo había cambiado, que tu vida iniciaba su marcha y que no, no estabas solo. Esas manos a las que nunca has prestado gran atención intentaron entonces palpar la luz para explorar el espacio donde se desarrollaría el drama infinito de tu existencia. Fueron ellas las primeras en conocer a tus progenitores, las mismas que acariciaron tu primera ilusión y las que se entrelazaron en compromiso con otro ser humano para toda esta vida y quizás la otra. Tus manos se transformaron en puños cuando te cegó la rabia pero también enjugaron lágrimas, trenzaron abrazos y clamaron al cielo por los que ya no están contigo. Tus manos eligieron las flores que adornan los sepulcros y encarcelaron los recuerdos que ahora yacen en el polvo de la tierra. Míralas una vez más pero con otros ojos, úsalas para tus mejores propósitos porque siempre te han servido, a veces como escudos, otras para estrechar los lazos afectivos que moldean nuestro carácter en el recorrido por la vida.


Marco Antonio

lunes, 27 de diciembre de 2010

LA ARRUGA




Te miras en el espejo mientras cepillas tus dientes y te haces mil preguntas. ¿Es natural que esta rutina se convierta en el drama que descubre cada mañana algo diferente, algo que no estaba ahí la última vez que coincidimos con nuestro reflejo? No sé por qué, pero siempre intentamos encontrar la respuesta traspasando las pupilas de ese reflejo que en cadencia se cepilla sus dientes y a la vez, nos hace sentir intimidados y culpables.
No necesitamos respuestas. ¿Quién no sabe que estamos en constante movimiento prisioneros de un tiempo que avanza devorando nuestro futuro? ¿Que cada mañana nos encontraríamos frente al espejo sujetando el cepillo de dientes y que una y otra vez reflexionaríamos sobre los imperceptibles cambios para los que no hay respuestas, ni siquiera traslucidas en la profundidad de nuestras retinas? La realidad es que estamos retrocediendo. Somos como una hoja de papel en blanco que se va estrujando entre las manos de ese tiempo que no apuesta a nuestro favor.
Habrá que imaginarse niño y buscar las fantasías en algún recóndito lugar del alma sin reparar en los cambios en la corteza, sólo en las vivencias que moldearon nuestro inquebrantable carácter. Buscar y buscar allí en lo más profundo, en la esencia de lo que somos, donde la metamorfosis del tiempo no tenga efecto, donde el amor y la confianza prevalezcan sobre la oscuridad y la inconsciencia que ahora reina en este mundo.


Marco Antonio