Comprenderás si te digo que en este camino a veces sentimos la necesidad de llevar el alma al mar para volar como gaviota y así nunca dejaremos de soñar. Soportamos tus discordancias como lluvia pasajera en espera de un tiempo mejor.
En ocasiones descubro que sustento una sensibilidad desnuda que lastima. El viento y las palabras la hieren, porque no siempre podemos disfrazar nuestra fragilidad y continuar el viaje. Esta necesidad de permanecer contigo hay que alimentarla con fantasías. Decirnos y creernos dignos es parte de ello; pensar que valemos para algo, es otra. La insensibilidad no es creíble porque aún hay restos de ti por conquistar y quizás sea yo quien descubra tu ancestral secreto y a la hora de despedirme llevaré en el alma la impresión de que al final, todo quedó realizado. Sé que hay una larga trayectoria en este inmenso mar, pero no importa, yo esperaré el regreso de la gaviota y con ella, mis sueños.
Marco Antonio