LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

sábado, 23 de julio de 2011

CARTA A LA VIDA XXI Natalia



Cuando el cielo se vuelve gris, y una espesa niebla cubre mis sentidos borrando todo rastro de sonrisas, desearía poder regresar a esos momentos felices de la infancia, en los que los insultos, empujones y desdenes, no llegaban a calar en mí, porque mi mamá, o “la seño”, desplegaba un enorme paraguas rojo que impedía que las gotas de la realidad me mojaran, provocando que enfermara. Regresar a esos besos y abrazos que calentaban mis manos frías cuando me sentía rechazada en los juegos del patio, debido a mi torpeza, o cuando me convertía en el patito feo, de cumpleaños y aniversarios.


En esos días en los que mi mejor amigo es el embozo de la sábana, y abrir los ojos a un nuevo amanecer, resulta la más dolorosa de las torturas, desearía poder girar las agujas del reloj en sentido inverso, y retornar a esos instantes de ingenuidad y ternura en los que lograba sumergirme en un mundo mágico de princesas de chocolate, ciempiés futbolistas y gominolas traviesas que juegan a detectives, y suspiran por su dulce amor.

Y poder construir ese paraguas rojo, para girarlo… girarlo… y girarlo, cual rueda mágica del tiempo, que me concediese el deseo de trasladarme a esos días felices de mi infancia; y allí, convertida en baldosa amarilla, recorrer, únicamente, el camino del arco iris.


Natalia

miércoles, 20 de julio de 2011

MI AMIGA



Mi amiga la de los ojos verdes y la melena color de sol, sonreía cuando nos cruzamos en la calle como anunciando la llegada de la primavera. Mi amiga va vestida de tristeza y su delicada figura transmite el peso de una angustia desconocida para mí, pero que me hace sentir como un cojín donde clavar alfileres.
Mi amiga es una mujer inteligente que escribe poesías y sueña con descubrir el lugar donde se esconde la felicidad. En el breve momento del saludo, intercambiamos lo que todos nos decimos en el celaje de un instante de palabras. Antes de despedirnos nos deseamos lo mejor y continuamos nuestros caminos, yo un poco más preocupado, ella con la certeza de no haber revelado nada de su drama personal.
Días después mi ordenador me transmitió las palabras que en aquél momento no se atrevieron a escapar de su alma. La tormenta que rugía dentro de su corazón se desprendió para ventear la angustia y lo injusta que era la vida. ¿Pero quién entre nosotros no lleva el drama y la burla que nos provoca este proceso de existir sin saber el por qué? Todos deambulamos sin un mapa, sin una gráfica, sin un meridiano que nos oriente en el transcurso de nuestro tiempo y a trompicones nos hacemos héroes y otras veces, víctimas.
Mi amiga tiene madera de superviviente y su visión de este mundo es amplia. Yo apuesto por ella. En esta ocasión, la paradoja se resolverá y tendremos un final feliz.

Marco Antonio

domingo, 17 de julio de 2011

SABOR A VIDA


Tengo sabor a vida en la boca. Como si me hubiese almorzado la alegría de sentir que en este espacio que compartimos hay quienes al pensar en lo que hago, sonríen. Respiro profundo y me siento especial, porque intuyo que en un día como hoy no habrá bifurcaciones en el camino. Me dejo llevar por el entusiasmo y escribo este párrafo para recordarle a todos los que visitan nuestro lugar de sueños lo siguiente: ¡Cuanta falta hacen y qué fácil es quererlos! Hoy es domingo y oigo un canto de esperanza que proviene de las campanas de una iglesia en la distancia.
Al parecer nos ha tocado vivir un momento muy particular en la trayectoria de nuestro tiempo en el planeta. Las noticias pudiesen ser mejores pero me conformo con saber que hay manos que estrechar en las distancias y que existe un cofre secreto de sabiduría donde guardamos las palabras que alivian.

Marco Antonio