LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 4 de noviembre de 2011

REFLEXIONES

REFLEXIONES SOBRE EL FIRMAMENTO

En esas noches cuando las estrellas se encaprichan en cubrir el firmamento las verás parpadear historias que ya dejaron de ser evidencias palpables desde hace millones de años. Entonces me pregunto si es realmente posible que  estén llegando hasta nosotros vestigios de la vida que se extinguió hace tanto tiempo.

Me dejo llevar por la imaginación cuando pregunto si habrán otras civilizaciones en el infinito de este universo que al detectar nuestro parpadeo, les consuma la curiosidad de saber, ¿que logramos durante ese tiempo? Un alguien que quizás se pregunte si la luz que vislumbra desde estas coordenadas, es en verdad el testimonio de una realidad. Seres que una vez formamos parte del universo y que nuestra presencia fue algo bueno.

Por más vueltas que le doy en mi cabeza a estas preguntas no acierto a convencerme de que el misterio de haber participado fuera del todo positivo. Es verdad que somos parte  del cosmos y no su causa y aunque nuestra sospechosa conducta me aterrorice porque damos señales de que sí, pudiésemos ser la razón que pueda provocar un desequilibrio, no pierdo la esperanza de que el daño que causemos sea insignificante.

Vivimos conscientes del total desparpajo con que utilizamos los recursos naturales, indiferentes a las necesidades de miles desafortunados, elementos de nuestra fibra genética, que mueren de hambre todos los días.¿Cómo vamos  a tener fe en las palabras si con ellas no podemos  reconciliar ni enmendar los estragos ya cometidos?

Que no nos confundan los argumentos, algunos de nuestra especie  llegaran hasta el desenlace final y verán oscurecer todas esas luces que pestañean en el infinito y la silenciosa conclusión del increíble trayecto de todas esas historias que parpadean desde aquellos mundos. Por lo tanto es natural que hasta cierto punto, me vea forzado a dudar de nuestra propia excelencia.

Quisiera convencerme que no se nos adjudicará culpa alguna por haber interrumpido el proceso de la evolución que nos dio la vida, la misma que nos hace y nos deshace, porque pienso que su veredicto final será de total inconsecuencia. Nuestra presencia en el cosmos no llegará a ser juzgada, no habrá nada ni nadie para preguntarse si fuimos buenos o malos.


Marco Antonio

domingo, 30 de octubre de 2011

REFLEXIONES PARA UN DOMINGO

        REFLEXIONES PARA UN DOMINGO DE INVIERNO


Aún nos resta por caminar la incertidumbre del trayecto bifurcado en el sendero que tomamos cuando hacemos decisiones que cambian el curso de nuestras vidas. Tenemos que llevar la determinación y la alegría atada a la esquina de un pañuelo perfumado con la esperanza de que sí, nos faltan muchos acontecimientos felices por vivir.

Vamos cambiando físicamente con cierto fatalismo, pero los sueños siguen ahí, en nuestro interior y las alteraciones han sido mínimas. Nunca nos plantearemos la posibilidad de aceptar la proposición de que nuestras almas puedan envejecer. Que en algún momento dejen de ser aquellas que aprendieron a mantener el equilibrio y la autoestima desde nuestro primer amanecer. Continuamos siendo los niños de entonces, los sabios de ahora, los protagonistas del mañana.

Viviré con mis defectos en un bolsillo y mis virtudes en el otro y no me encontrarás en ningún espacio de nuestra existencia sin que te bese mi sonrisa, sin que mis palabras te honren aunque no las entiendas o sin que se apague el día si queda tiempo para compartirlo contigo. Somos tan importantes y tan necesarios para la supervivencia colectiva como la fe que germina desde nuestro interior para escudarnos del daño que producen las dudas. ¿No te has dado cuenta cuan similar es nuestro miedo y nuestra felicidad?

Hoy me siento mucho más cerca de ti cuando pienso en el tiempo que no puedo recuperar y el que aún me queda para decirte que siempre formaré parte de este círculo de emociones.

Marco Antonio