Este es el último peldaño del año 2014. Aquí concluye un intervalo críptico y atípico de nuestra aventura que por circunstancias indescifrables compartimos, esta vez con menos optimismo.
No sé si culpar este antagonismo y antipatía a la perspectiva de un futuro arterioesclerótico donde la cordura y la estabilidad es incierta y no del todo palpable. Me perturba el deterioro de la sociedad que nos rodea hasta el punto de causarme pánico. Un miedo tan espeso que a veces descompensa las funciones de mi sistema urinario. La desintegración de los recursos naturales es una pesadilla, estamos destruyendo un milagro exclusivamente creado para garantizar nuestra supervivencia y que ahora nuestra generación observa de brazos cruzados cómo va desapareciendo este milagro.
¿Si tuvieses que contar la trayectoria de tu vida en este año que está a punto de terminar, por dónde comenzarías? Estoy convencido que sin importar los detalles de lo que encierras en tu esencia comenzarías recordando los besos que intercambiaste el primer día del año; un buen principio. Pienso que de ahí en adelante no tendría ningún sentido continuar escribiendo porque descubriríamos que todo lo que sucedió forma parte de una secuencia de eventos que de alguna manera se relacionan. Es como una cadena que arrastramos desde un principio y a la que vamos añadiendo eslabones que conectan todos los dramas según se van adjudicando a nuestras vidas.
Nada que añadir si aceptamos esta propuesta; entonces debemos aferrarnos a nuestros principios de supervivencia y continuar absorbiendo por nuestros cinco sentidos la vida y los eventos que nos marcan y nos traspasan con cierta indiferencia y crueldad. Siempre quedaran los espacios emocionales que se vacían para recibir nuevas impresiones y crear nuevos dramas hasta que en ese primer día del próximo año comencemos un nuevo ciclo de doce meses.
Entonces, si al final del calendario nos hacen la misma pregunta, recordaremos todos los besos registrados en aquél momento como si lo viviésemos otra vez, porque así lo hemos hecho siempre o por lo menos, desde que descubrimos que nos falla el sentido común. Felices días.
Marco Antonio
Felices dias
ResponderEliminarMarcos, con tus amores,con tus suenos, con tu vida, Creo que no hay ultimos ni primeros, todo se sucede, en los dias que nos concede la vida, esta en nosotros, sufrirlos o disfrutarlos pase lo que pase, Un abrazo grandote amigo
Carmen
Te he leido hace varios días, claro. Y no supe bien qué decir, qué escribir. A veces no quiero aparecer pesimista, hablando de la peor cara de este mundo que nos ha tocado vivir y del que formamos parte, pero tampoco quiero aparecer edulcorada, hablando de paz y amor, porque suena vano, superficial, muy de cotillón navideño y hasta un tanto hipócrita. Como si "hagamos que todo está bien, besémonos y cantemos villancicos y echémonos al buche unas buenas copas de espumante para después dormir y amanecer al nuevo año... como amaneceremos. Con los mismos dolores, las mismas miserias, el mismo desencanto. Y la misma necesidad de olvidar todo ese entorno nefasto, aunque sea de a ratos, tratando de centrarnos en el amor de los "nuestros" que es y está, en la bendición de tener un techo bajo el cual vivir y un plato de comida (anestesiando un poco la imagen de los que no tienen nada de eso) y pensando que tal vez este año que viene sea aquel en que empiece la humanidad a recorrer un camino de "regreso" a valores abandonados, de "rescate" de nuestra humana condición, de construcción de la paz, de aniquilamiento de los corruptos, de triunfo de la verdad, la justicia... Y hasta cualquier noche, en un momento especial de ternura que se nos dé vivir con los "nuestros", en un festejo personal en el que también haya una copa de espumante, o en la simple observación del milagro de la vida que nos regala esa flor que se abre en nuestro jardín, ese niño que ha nacido, esos pájaros que cantan, conciliaremos -o nos reconciliaremos- con este tiempo tan dificil, tan caótico y a veces hasta perverso- en el que nos ha sido dado vivir. Un abrazo apretado para Marga y otro para ti. Que Dios les depare mucha salud, serenidad, y la gracia de seguir viviendo juntos ese amor que se tienen.
ResponderEliminarMi querida Carmen:
ResponderEliminarCuanta verdad en tus palabras, todos necesitamos de esa fuerza de convicción para atravesar este mar de infortunios. Pero es Navidad y cerramos el cajón de las calamidades, abrimos las ventanas y como ya sabíamos, la claridad de un nuevo día nos estaba esperando.
Felicidades amor
Marco Antonio
Mi querida Raphaela, no sabes cuantas veces me muerdo la lengua para recordarme que no siempre hay que concentrarse en las desgracias. Creo que es la edad y el negativismo que se filtra por los poros los que terminan nublando las visiones y, como bien sabes, en un mundo gris pronto se olvida que también existe el paraíso.
ResponderEliminarMe gusta sonreír, aunque ahora no me asome por ese balcón muy a menudo, me encanta la vida y el contacto personal tal como el abrazo, el beso y el estrechón de manos, me enamoro de los sueños, de las fantasías y de las personas como tú que son para vivirlas en un cuento de hadas.
Felicidades mi amiga del alma
Marco Antonio
Que tengas un buen año, como Carmen no voy a dedicarme a ser(como suelo serlo) y tengo que sacarme esa costumbre una persona allegada al pesimismo. Quiero paz, amor entre todos los seres humanos en la familia entre amigos. Quiero ve el lado bueno de las cosas no siempre la desdicha. Has llegado a esta etapa de tu vida y FELICÍTATE!!! POR DIOS. yo no sé aún si llegaré.
ResponderEliminarDesgracias hay y muchas. Si te digo que estamos esperando el día 17 para ver si la biopsia de su laringe le da positivo o negativo ami marido, si te digo que si le da positivo o sea es malo la navidad será tremenda.
Si te cuento que un poeta amigo de 84 años le dijeron sin anestesia en el alma que se muere de cáncer y después del dolor intenso, sigue escribiendo y mandándome poemas. Creo que Carmen lo conoce, y sigue adelante y habla de la morfina, pero sigue y nos manda videos bellísimos. si te digo todo eso amigo sacude esa pesadumbre y date cuenta que estás entre los privilegiados entonces levanta tus ojos al cielo y DI GRACIAS. Felices fiestas!!
Gracias mi querida María Susana, Gracias.
ResponderEliminarA veces cuesta mucho despertar del insomnio de esta pesadilla que nos rodea. Pero sí, tienes toda la razón GRACIAS SEÑOR, los míos aún pueden remar y así lo haremos.
Feliz Navidad y todo para tí serán buenas noticias... lo sé
Marco Antonio