Donde quieras que
te encuentres, sabrás que te están llevando de la mano o por lo menos esa es la
sensación que secretamente nos embarga a todos.
Las cosas que están sucediendo hoy, como las de ayer, de alguna manera producen
la sensación de que van atadas a un hilo invisible, un cordón premeditado que
tarde o temprano te conduce a un razonamiento incontrovertible ; entonces
puedes entender el por qué de las cosas cuando la vida te sitúa en una
encrucijada, El instinto no suele
traicionarnos, está claro que no dirigimos la orquesta pero sí somos
conscientes de que nos han adjudicado, desde el principio, cierto papel de
marionetas.
Todos vamos
construyendo con las piezas del rompecabezas que nos asignan según las vamos
eligiendo del montón. Algunos intentamos concentrarnos pero aún así, elegimos
al azar en esta incierta trayectoria. Otros, al parecer, con más visión y lucidez, pueden seleccionar
una mejor estrategia dentro de sus capacidades intuitivas, lo que al parecer,
pudiese proporcionarles una vida más cómoda y feliz, pero no necesariamente.
No me cabe duda que
voy de su mano porque las circunstancias me dicen que siempre ha sido así. La vida no es un paisaje
de amapolas donde revoletean las mariposas para nuestro deleite personal. La
vida es más como un conjunto de
diapositivas que estampan mi retina, conspirando con mi sentido del olfato, el
auditivo y las papilas gustativas, una realidad hecha a la medida , una interminables secuencia de reacciones bioquímicas
que se regeneran hasta que tu tiempo se agote. Si pensamos que al final confrontaremos lo inimaginable, nos
sentiremos como náufragos en un inmenso y
perpetuo vacío donde no formularemos concepto ni tendremos perspectiva ni consciencia
de la realidad.
Es congruente aferrarse
a la fe, porque así nos sentiremos parte de algo indispensable que se
perpetuará en la pureza del proceso y que sí, habrá otra realidad, otra
perspectiva para la cual, en estos momentos no estamos capacitados para entender.
Marco Antonio
Pues sí. Nada que objetar, nada que agregar. Solo abrazarte, porque te quiero y porque así me aseguro que al no perderte de vista, tampoco la pierdo. Y si se me aflojan los dedos y estoy por soltarme... un amigo me "avisará". Abrazo, Marco.
ResponderEliminarHola querido Marco Antonio todo está perfectamente dicho, todo es exacto. Siempre habrá alguien que aunque no visible quizás me lleve de su mano. Siempre estará la fe . Siempre habrá alguien que antes de hundirme me dará su mano y me sacará. A mi y a todos! Un abrazo!!
ResponderEliminarpara mí
ResponderEliminareres espectacular... siempre te leo, pa'que lo sepas!
te he extrañado toda esta década. va mi abrazo definitivo.
Mándame tu dirección para hacerte llegar a ti y a Marga mi más reciente libro.
mucho amor
mairym
Acabo de regresar del país de mis sueños bastante cuerdo y resuelto a continuar con nuestra danza de los siete velos hasta que la vida se nos presente denuda y sin pudor. Estamos todos en esta rueca y nunca dejaremos de tejer maravillosos ejemplares de nuestro temple. Somos temerarios porque aprendimos a amar de otra manera, a ser sinceros aunque nos cueste la lengua y a confiar en aquellos que han puesto el corazón sobre la mesa. Los quiero a todos.
ResponderEliminarMarco Antonio