LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 25 de julio de 2014

¿ DÓNDE TE ENCUENTRO?







Desde nuestro corazón se desprende la sensibilidad colgada en hebras de hilos, comprometida a recibir el impacto de lo que nos prepara la vida. Cada día confrontamos una madeja de impresiones que nos alegra o nos ofende dependiendo de cuan fuertes somos o si estamos preparados para el plato que nos sirven.


Sí, somos sensibles porque la naturaleza nos proveyó con esta coraza emocional que crece con nosotros y se fortalece con las experiencias sin perder la habilidad de extender la mano o abrazar al que de nosotros necesite; no todos la llevamos. Transitamos por la vida ocupando un espacio único sin ser lo suficiente conscientes para aceptar que desperdiciamos demasiada energía en trozos de nuestra existencia que no producen, que no se archivan ni pasan a formar parte de nuestro pasado histórico.


Somos el milagro de una Naturaleza imperfecta, se olvidaron de darnos una visión clara de cuál es nuestro propósito aquí, la razón para ser merecedor de este único espacio y el instinto para elegir el camino correcto.Desde que descubrimos nuestra presencia en la evolución de la vida, estamos en conflicto con nuestros instintos y esos hilos desde donde cuelga nuestra sensibilidad se han ido convirtiendo en una madeja tan enmarañada que amar o aniquilar al prójimo es dibujar con los mismos colores de sangre y desgracias.


Hay tantas voces que presagian ese final que llevamos encerrado entre los puños que nadie las escucha, porque no creemos en ello. Algún día por falta de Fe, cometeremos una falta irreversible producto de una mala decisión y dejaremos de ser merecedores de este espacio único.


Perderemos el corazón y la sensibilidad que ahora se desprende de los hilos del alma para luchar contra la vida.


Marco Antonio

6 comentarios:

  1. Siempre he pensado que si atendiéramos más a nuestra naturaleza, a la carne y al alma de la que estamos hechos y racionalizáramos menos, seriamos felices. ¿De dónde hemos sacado que para serlo debemos tener televisores lcd, computadoras actualizadas, automóviles con todos los "chiches" que la industria va creando, vacaciones en hoteles de 4 estrellas como mínimo... Que para casarse -o formar pareja, bah...- hay que tener departamento, heladera, lavarropas, tv... Que hay que estudiar y recibirse de lo que sea... Que hay que esperar a no sé qué para tener hijos. Pero vivimos inmersos en esa maraña creada por generaciones, que va mutando en sus requerimientos, claro (hubo un tiempo en el que el hombre debía tener "una posición" para casarse y hacerlo con una niña joven para procrear entonces él cuarenton y ella de 15... ay!) pero a la que no nos atrevemos a deshacer, romper, y vivir como el cuerpo y el alma nos piden, sino como nos metieron en la cabeza desde bebés. Pero la enorme, insalvable e inexiplicable contradicción es el anhelo de paz que declamamos y no cumplimos. Estoy convencida de que las guerras son cosa de gobiernos y no de la gente. Pero la gente se somete y marcha a la guerra y envia a sus hijos al combate y se "prende" de sentimientos de revancha, de venganza, y sigue sigue sigue... aun cuando la historia tiene ejemplos sobrados de que cuando el hombre se encuentra con el hombre...de bando opuesto, se hermanan. No sé si me fui de aquello que en tu corazón generó tus palabras, Marco. Pero tus palabras me hicieron pensar y "decir" esto que muchas veces me da vueltas en la cabeza. Abrazo.

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  2. Mi querida Raphaela:
    Me inclino por favorecer la herencia genética que nos hace ser lo que somos, como a las bestias de la naturaleza; nos domina el instinto. No son las circunstancias las que provocan el por qué lo hacemos, es nuestra persistencia para errar y hacerlo con tanta impunidad. Lees la historia de nuestra especie o las noticias de hoy y sentirás el terror de una realidad que nos marca como seres violentos y ambiciosos. El amor, la compasión y la necesidad de proteger al prójimo han fracasado. Deberíamos dejar que la barca continúe a la deriva y esperar ... Sólo será una generación o dos.
    Marco Antonio

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  3. Lamentablemente, creo que será así No más de un par de generaciones. Abrazo

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  4. Muy bueno mi dilecto amigo, en total acuerdo contigo, creo esto es como dices para una o dos generaciones más. Mi saludo cariñoso a pesar de lo pesado que está este mundo que nos tocó vivir. Que estés bien.

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  5. Mi querida María Susana nosotros sobreviviremos a todo esto en buena forma. Los que dejamos a cargo del planeta llevaran sobre sus hombros la pesada carga de nuestro desparpajo. y de nuestra incapacidad para apreciar el legado que la Divina Providencia depositó en nuestras manos. Pobre de los que quedan para ser testigos de como las flores se marchitan y las especies desaparecen ... no es un futuro muy interesante.
    Con todo mi cariño
    Marco Antonio

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