LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL AMOR

Como el agua de un manantial, el amor alivia la sed de pertenencia pero a veces se escurre entre tus dedos y entonces perdemos la sensación de saciedad y el tibio embeleso que produce el sentido de pertenencia.

Es algo que llega en el momento preciso para inundar todos los resquicios de nuestro ser y de momento, casi de manera imprevista se dispersa diluyendo su propósito sin nunca tomar forma.

Como el agua de un manantial, el amor no viene perfumado, su fragancia es parte de lo que aportamos y cuando deja de fluir no podemos olvidarlo porque es un complemento de los recuerdos ya vividos y ahí queda, como un bálsamo que alivia a la vez que desgarra. Un maravilloso instante que se nos escurrió entre los dedos sin saber por qué, sin siquiera tener la certeza de que verdaderamente intentabamos preservarlo.

Marco Antonio.

4 comentarios:

  1. No podrías describirlo mejor, querido Marco.

    Un abrazo.

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  2. Lo has expuesto perfecto mi querido amigo, Alivia la sed de pertenencia... pero en algún momento se nos escurre como agua entre los dedos si. Por qué ese momento ese instante maravilloso se va aún no he podido descubrirlo del todo aunque tengo mi idea de algunos por qué. Me ha gustado leerte y digo que nunca he olvidado y siempre paso a ver a mi amigo y sus escritos. si alguno se escapa pido disculpas. un abrazo desde el lejano sur.

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  3. Un saludo afectuoso a quien me deleitara con versos y prosa. Un deseo de que esté bien .
    Un beso
    María Susana

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    Respuestas
    1. Marco Antonio responde:
      Aquí, atrapado en el limbo de la procrastinación. No hago más que mirarme el ombligo y contar los dedos de mis manos. Gracias mi María Susana, tus palabras son balsamo para mis heridas imaginarias. Gracias.

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