La vida es como el recorrido de un tren cuyos pasajeros en su trayectoria experimentan sensaciones y experiencias altas y bajas. Momentos de claridad, oscuridad, angustia, felicidad y mucho más. Somos captivos en esta trayectoria junto a la enjundia y el tropel de personas que nos acompañan en el viaje. Algunas permanecen, otras desaparecen, pero todas impactan nuestra razón de ser de una manera u otra. Sí... esta vida es un viaje cuya dirección y destino no es del todo nuestro diseño, aquí no hay clarividencias ni conocimientos intuitivos. Pasas tu entera existencia en el transcurso de un viaje donde aprendes a llorar y a reír, aprendes a amar y a odiar, a ser piadoso o intransigente. Aventura o no, conocerás la oscuridad de los túneles y el verde paisaje de las ilusiones porque este tren es una alegoría de nuestra vida y no todo depende de nosotros. Un viaje con un destino definido donde no se contempla el boleto de regreso.
Marco Antonio
Así es.
ResponderEliminarUn abrazo y mucho cariño.
Raphaela comenta:
ResponderEliminarEs bella y también tiene algo de dolorosa tu concepción de la vida. Un viaje en tren, me gusta. Pero la verdad es que yo la veo mas parecida a una carrera de automoviles: no todos tienen el mismo lugar de largada, algunos tienen ventaja y están más adelantados, en otros la ventaja es por tener mejor máquina, o mejor equipo de apoyo. Luego es cierto que en gran medida tienes el recorrido fijo, pero puedes tomar decisiones capaces de modificar las experiencias a vivir en ese recorrido: aminorar la velocidad, detenerte a revisar las llantas,acelerar en una curva o no, frenar para no pisar a alguien, tomar quizás algun atajo, etc etc etc. La gran diferencia es que cuanto más tarde lleguemos al lugar de bajada de bandera,tanto mejor. Abrazo.
Marco Antonio responde:
ResponderEliminarEs curioso como cada uno de nosotros interpreta esta enigmática trayectoria de maneras distintas y pintorescas. Yo, por mi parte, tengo mis dudas hasta que punto controlamos las decisiones que tomamos. Nunca llegaremos tarde o temprano a nuestro destino, el tiempo no se alarga ni se estrecha, la vida comienza y termina a su predeterminado momento. Nuestra evolución es parte del enigma, algunos son líderes otros inmensamente acaudalados, otros terriblemente desquiciados y los más desafortunados llevan una vida "normal" transitando en la miseria desde un principio hasta ese predestinado final que no podemos entender, ni medir. El tiempo es el que nos toca, lo que hacemos está confinado a nuestras limitaciones, pero el resultado final, a mi parecer, no se adelanta ni se retrasa ni considera la substancia dinámica de lo que fue una vida.
Raphaela deduce:
ResponderEliminar¿Será por eso que algunos fuman a tope, beben como esponjas, practican sexo desenfrenado, conducen a altísima velocidad sin cinturón de seguridad y comen hongos que ellos mismos recogen en el campo sin saber mucho del asunto? Porque si no hay forma de retrasar la llegada al punto final. Jajaja.. es broma. Te entiendo, Marco. Y es una visión tan válida como todas. Al concebir la vida como una carrera de autos también pienso que el camino viene prefijado, pero hay un margen de libertad, que se da como dije. También a veces encrucijadas sin señalización en las que hay que elegir por donde tomar. En fin... que aqui estamos, sin que nadie dirima que sepa más dirima el asunto. Besos.
No hay camino de regreso amigo mio hay otros caminos de ida que transitaremos , sin duda alguna. Mi saludo cordial. quizás nos encontremos,
ResponderEliminarbonne chance sur la route