LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 26 de octubre de 2012

NUESTRO PRIMER AMOR



¿Cuándo tuvimos consciencia para entender que en algún recodo de nuestro instinto dormía la capacidad para amar? Intentar recordar ese momento es un esfuerzo casi inútil, pero sí en un momento de retrospección cuando nos encontramos solos más dentro que fuera de nosotros, entonces podremos remontarnos a la primavera de nuestras vidas navegando en las imágenes perdidas cuando todo lo que nos rodea, deja de ser.

Bien sabemos que es la efímera y tierna sensación de un instante ya vivido, probablemente cuando nuestra consciencia aún no había despertado del todo, pero sí fuimos capaces de percibir aquella tibia sensación de abrigo y la necesidad de sentirnos protegidos, entonces por instinto reclamamos ese agradable entorno emocional que nos rodeaba y creamos una dependencia. Quizás ese fue nuestro primer idilio, nuestro primer amor.

Ha pasado algún tiempo desde entonces y las subsecuentes etapas de nuestra existencia, como láminas de un libro, son testimonios palpables de cómo hemos evolucionado. Ahora sabemos lo que es amor y donde habita. Por regla general imaginamos que se alberga y se nutre en algún lugar dentro del corazón, pero la realidad es que desde aquel instante primaveral cuando nuestra seguridad estaba en juego, esa agridulce sensación que todos sabemos reconocer se esconde en la silenciosa oscuridad del cerebro desde donde nos ha acompañado en todo momento, siempre deslizándose con inquietante impredecibilidad dentro de nuestro ser, siempre dominando nuestros sentidos y en muchas ocasiones, distorsionando la lucidez de nuestras decisiones.

Pero no sabemos vivir sin amor, ni debemos. No es un gran descubrimiento reconocer que la dirección que seguimos, por más que lo intentemos, nunca se materializa según el plan original porque el instinto es parte de nuestra indumentaria, estamos revestidos con la capacidad de amarlo todo y esa misma capacidad lo transforma todo, hasta nuestro destino cuya fragilidad es angustiosa.

Nuestra evolución es una metamorfosis constante, el tiempo nos convierte de protegidos a protectores y el amor se manifiesta con un sentido exquisito de propiedad hacia nuestros padres y nuestros familiares. Cuando amamos a nuestros hijos lo hacemos de una forma sorprendente, ya que hasta los más arraigados preceptos de nuestra matriz se diluyen en esa inmensa fuerza. Podemos prescindir casi de todo ahora que la consciencia ha desarrollado la capacidad de dirigir el complejo entramado de nuestras emociones pero nunca sobreviviremos sin un objetivo que produzca esa reacción que adjudicamos al corazón y cuyo verdadero origen, al parecer, es en el subconsciente donde se ha alojado desde aquel involuntario principio.

Allí habita la esperanza abrazada al amor.


Marco Antonio

5 comentarios:

  1. Ya te echaba de menos, querido Marco.
    Gracias.

    Un abrazo.

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  2. hoy en día se está comprobandoqueel corazón no es solo un músculo es el generador de los campos magnéticos y eléctricos del cuerpo. Creíamos que desde el cerebro se generaba la acción cuando en erealidad es el corazón quien genera mucho más campos magnéticos que el cerebro. Por ende desde mi corazón que emite ese magnetismo primordial y necesario ayudado por mi cerebro "siento mis emociones" el amor la principal, sin amor no existe nada, el amor universal es lo que salvará al hombre de su propia decadencia. el amor es elmotor de la existencia el amora a todo a los hijos a una pareja al prójimo.el amor es universal y en el todos somos uno.
    algún día se comprenderá que dar amor es dar un poco de nosotros mismos. Pocos lo entienden aún viven en su mundo y en su tenue cáscara.
    Saludos Marco Antonio un gusto.

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  3. Gracias a las dos. En estos días mi vida es espesa y no tengo el tiempo suficiente ni la inclinación para ordenar mis ideas. Pero no dejo de quererles ni por un momento.
    Marco Antonio

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  4. Espero que el tiempo cure heridas, y que la Navidad y el nuevo año le traigan a Marco Antonio esa paz que quizás ha escapado de su alma. Hasta algún día en alguna calle en esta vida o quizás allá donde los dolores se convierten en sanación. Paz para tu corazón. Namasté

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  5. Cartas a la vida supo ser, supo captar el interés de algunas que siempre esperábamos sus letras. El silencio invade todo, la soledad quema, apabulla, te deja sin saber sin comprender.
    Cartas a la vida, fue el lugar donde siempre me esperaba la buena prosa o la bella poesía.
    El camino de la vida tiene esas cosas, de pronto nada es igual y te preguntas que hago aquí. en esta triste soledad que ya desprende ese olor acre de la humedad.
    Desorientada parto, miro atrás, por las dudas, digo, pero ya nada habita el lugar , solo el tenue recuerdo de algo que fue y ya no será.
    Que pena una desilusión más en mi vida.......

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