LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

domingo, 22 de agosto de 2010

CARTA A LA VIDA 2001


A Puerto Rico desde España. Año 2001

Carta a un amigo que se lo tragó el olvido.


Antonio:

Acércate a España querido amigo e incrustaré una maja celestina en tus ganas de vivir. No temas por tu virilidad y acorta la distancia, yo me encargaré de quemar tu visión ensillándola a una gitana, una de esas diablas que por el placer de corromper tu espiritu fornicaría sobre el tablao en un “atrévete” de guitarra flamenca. ¡Pisa esta tierra noble varón, para que muerdas la tradición que nos ha hecho isleños y sientas hervir la sangre de tus pies en la cuenca de tus ojos! Abrázate a lo que resta de tu existencia y deja de lamerte las cicatrices de novillero. Hay una plaza de Sol en tu destino, ven a jugarte los testículos en un mano a mano con la vida aunque las tengas todas por perder. Ah… pero si ganas... si ganas, la piel de esa mujer te sabrá a miel y no quedará un solo secreto en tu boca que no haya escaldado la pasión. No encontrarás la brújula que te indique el camino de regreso, porque puedo jurarte que por el resto de tus días la vida la llevarás escrita en las cuentas de un rosario que en cada piedra guarda la memoria de una promesa de amor...


Con el cariño de siempre,



Marco Antonio 

4 comentarios:

  1. Querido Marco.

    ¿Por qué será que tus cartas duelen tanto?

    Un abrazo lleno de cariño.

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  2. Mi querida Nati recuerdo con vividez el dolor que sentí con cada interludio de amor, pero se me escapa la textura de los labios que alguna vez se perdieron en los míos y el sabor de los besos, mercaderes de promesas ... toda aquella dulzura efimera que no pude guardar en el lugar de las memorias. Sin embargo, el dolor... ése sí que se amarró como un desesperado naufrago a los cartílagos, a los tendones, a los huesos y al cortinaje de mi alma.

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  3. Mi querido Marco

    Dile que se vaya, que se funda con el mar o con el viento, pero que abandone el cortinaje de tu alma, para que la dulzura no sea efímera.

    Besos.

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  4. A parte dolores y quebrantos, qué bien suena ese viaje sin brújula.
    Tanto si se gana como si se pierde, eso de las cuentas del rosario promete.
    Y si me descuido, rima.
    Enhorabuena por ese tropel, Marco.

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