Cabalgamos hacia el final de este año con tal precipitación que en realidad no prestamos atención a la descabellada situación que estamos viviendo. Nos tragamos el otoño de un bocado sin enterarnos que la ropa de invierno aún sigue encerrada en el baúl.
Aquí en España para este tiempo es incoherente chapotear en la playa con una protección solar del cien cubriéndote hasta el borde de las nalgas mientras que El Presidente Obama habla en la televisión del cambio climático y en el Ártico los huevos de los pingüinos se están ahogando en el hielo que se derrite.
Este final de año, en el mundo que nos ha tocado convivir parece que el odio ha crecido más que en otros periodos de la historia; no se escribe mucha poesía, ni se cantan villancicos en los centros comerciales o en las escuelas públicas. Dejamos de apreciar el valor de la vida y optamos por inmolarnos en actos demenciales a plena vista de las audiencias televisivas volando en mil pedazos junto con las guirnaldas y los árboles de navidad.
Sí... La vida va al galope y a la Fe le ha crecido una barba desaliñada por el poco uso que le damos, mientras que al miedo le florecen nuevos cuernos.
Estoy comprometido con esta vida que me apresura por el incierto camino que dibuja mi estancia y le juro que voy a aprender a amarlo todo: al arrogante que desfigura la verdad, al que vive de la caridad y su corazón da las gracias mil veces al día, a los buenos y a los no tan buenos que se ahogan en el aire que respiran sin saber por qué. Esta vida no les satisface y la confianza dejó de funcionarles desde un principio.
Voy a luchar con el corazón que me queda, con la sonrisa que nunca me falta y con la templanza que no me permite contemplar defectos ajenos. Los invito.
Marco Antonio
Me estaba acordando de ti amigo mío y justo veo en mi correo cartas a la vida. Tienes mucha razón en lo que dices, es totalmente cierto, cabalgamos alocadamente hacia el final del año, el tiempo con sus pasos cambiados nos da 34 grados y al día siguiente 14 para que nos volvamos más locos de lo que estamos. en cuanto a la fe , mi fe está intacta es la que me empuja a vivir un poco mejor anímicamente.
ResponderEliminarSi que ha crecido el odio , si que ha crecido, en mi país cambió el gobierno y en redes sociales solo se podía leer Odio,entre hermanos entre gente que dejaba que su infierno interior surgiera, Odio en el mundo un pobre mundo que ya parece a punto de quedar seco de amor .
Tratar de amar a todo y a todos me parece maravilloso y muy loable .Si todos hiciéramos lo mismo quizás mi querido amigo que bien podrían ser las cosas.
Deseo para ti y Marga , la mejor Navidad, que la esperanza renazca en nuestros corazones y que tu mi querido amigo sigas siendo ese hombre maravilloso que un día conocí.
Con todo mi cariño FELIZ NAVIDAD!
Si Marcos,en Argentina el odio supero, la lógica,así va el mundo en todas partes, pero siempre llega de alguna forma el espíritu navideño, esperemos que nos pase. Una alegría encontrarte por estos pasillos y que tu Navidad sea en paz y con amor se tequiere siempre Carmen Passano
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