LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

viernes, 23 de diciembre de 2011

¿A DONDE VAS?

¿A dónde vas con tanta prisa? Le pregunté cuando pasó por mi lado cubriéndome con su aura tibia que era lo más parecido a una caricia. Pero no recibí respuesta, sólo que aún con mis ojos cerrados fui capaz de percibir su sonrisa, su adiós definitivo, como si se alejara en un tren dejándome la sensación de que nunca regresaría.

Hoy es Navidad y lo llevo retratado en mis pupilas con su carpeta de recuerdos igual a lo que me ocurre con la visión de mi madre desde hace tantos años. También era Navidad aquél día cuando descubrí su secreto. Cortaba el pavo cuando casualmente comentó que tenía cáncer. El sentido de la vida tomó otro curso.

¿A dónde vas con tanta prisa? y el eco retumba en mi cabeza. Era un buen hombre forjado en un tiempo difícil para España, un hombre con valores inquebrantables y un corazón donde no cabía todo el amor que sentía por su familia. Su hija, mi mujer, no lo ha llorado, el dolor y la sorpresa le han quemado las lágrimas. Su mujer no ha regresado a la inmensa realidad de lo sucedido y calla su pena.

Nunca tendremos la ocasión para decirle ahora lo que pensamos era necesario que supiera entonces, tampoco estamos autorizados para detener el tiempo y auto flagelarnos bajo la estrella de Belén. Se han marchado como lo haremos nosotros y la vida continúa. Entonces me pregunto: ¿A dónde voy con tanta prisa? Abro la ventana y el aire gélido de la noche me trae en las voces de un coro de niños las notas de un villancico.


Marco Antonio

2 comentarios:

  1. Qué claro es el hueco que deja en el alma la partida de los seres queridos. No un claro brillante como una luz, no. Una claridad opaca, que corporiza el estado de orfandad en que quedamos cuando quien se ha ido es el padre. Comprendo muy bien a Marga. Mi padre nos dejó hace ya catorce años y aún duele su ausencia, y aún cuesta prescindir de sus papeles o usar de sus herramientas sin dejarlas ordenadas como a él le gustaba. Si bien venía con problemas de salud todo el proceso de su muerte duró apenas cinco días. Murió en octubre, un lunes por la mañana, apenas pasadas unas horas del Día de la Madre, el más triste que ha tenido mi madre en toda su vida. Y nos dejó a las dos girando en el vacío. En uno de sus libros Simone de Beauvoir decía que la muerte es para el hombre un accidente y aún si la conoce y acepta, una violencia indebida. Ella lo afirmaba desde su agnosticismo y yo como creyente comparto al menos el sentimiento de que es así, más allá de la esperanza de vida eterna. Navidad es re-nacer. En vuestra mesa estará presente en espíritu ese señor que tanto falta y se hará "carne" en vuestros recuerdos, en vuestro amor. Que el Niño de Belén traiga alivio a una pena tan grande. Un abrazo apretado para Marga y otro para ti.

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  2. a veces cuesta mucho desear felicidades en los dias de Navidad, el espiritu navideño parece muy lejano, cuando amigos muy queridos se fueron para esa ausencia sin retorno, y el dolor nos acecha tanto en el alma como fisiscamente.
    En estos dias operaron a mi marido de un tumor en la columna, por suerte no es malingo, pero largos dias de hospital, angustias y demas, dejaron que la Navidad se fuera como una nube al pasar.
    Por eso los saludos y deseos de felicidad, se me borraron en el desgano y la tristeza
    Pero los tengo presentes a todos y les digo que los quiero y mucho. Carmen P

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