LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

lunes, 5 de septiembre de 2011

TRANSICIÓN


LA TRANSICIÓN

Estaba sentado en un banco del parque bajo la sombra de un laurel. Se apoyaba pesadamente en su grueso bastón, las manos le temblaban y sus ojos se escondían de la vida bajo el sombrero de fieltro. Lo asediaba una bandada de palomas que picoteaba todo a su paso, incluyendo sus roídos zapatos. Sintió su gélida presencia, algo familiar y a la vez desconocida. Quizás llevaba esperando hace tiempo y él lo había ignorado, bajó la cabeza y dirigió su trémula voz a las palomas que ahora picoteaban alrededor de sus rodillas las pelusas de su ajado pantalón y les pregunto:
— ¿Eres tú?
Le respondió el silencio, pero sus huesos sintieron la sombría caricia de quien, sin ser el enemigo, tampoco era portador de buenos augurios.
— ¿Eres tú verdad?
Le pareció escuchar en su alma más que en sus oídos la respuesta:

—El tuyo ha sido un largo viaje sin proezas que contar. Una vida que nadie recordará porque nada has hecho para que tu estancia en este mundo tuviera algún sentido. Nunca aprendiste a amar, por consecuencia, nadie te amó. Sin albergar pasiones tampoco existe la capacidad para aprender a odiar, así que ni siquiera se despertó en ti la lealtad necesaria para establecer vínculos de amistad- Tampoco te entregaste a las tentaciones, de manera que el demonio no te consideró aprovechable. Me pregunto si existe algún rincón en este universo donde tú pudieses ser indispensable, un espacio donde se pueda justificar tu presencia. Eres lo que la Naturaleza clasificaría como un anacronismo, una aberración en el discurso de la vida. No sólo los humanos se equivocan, la estructura del universo es tan compleja que aunque parezca incompresible a veces erramos y en el transcurso del tiempo no se retrocede para corregir fallos. Pero la pregunta sigue siendo: ¿Qué hacemos contigo?

Comenzó a sentirse desorientado. La niebla se posó sobre sus hombros y de momento no acertaba a distinguir si dormía o había dejado de ser real. En ese preciso instante terminó su existencia, mientras que en el agreste ambiente de otro mundo nacía una criatura. La mente colectiva de sus semejantes intuía que algo extraordinario había sucedido, que este ser supremo marcaba el nuevo destino de su pueblo. Toda la colonia laboraba furiosamente para acomodar y proteger a la nueva reina.

¡Qué incongruencia!


Marco Antonio

7 comentarios:

  1. Estremecedor, querido Marco.

    Un beso.

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  3. perdón borre por un error. Lectura dura, que deja sinceramente pensando al que la lee. Pienso que así es la vida, tristeza y alegría , bondad y maldad, está en nosotros tratar de ver la "luz del otro lado de la luna". Efectivamente incongruencia de la vida como el autor lo ha dicho. beso.

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  4. Yo pienso, que nadie pasa por este mundo sin dejar una estela, todos tenemos una mision buena o mala.
    Creer que volveremos al mundo como abejas o un arbol, puede ser...
    Me gustaria volver a vivir la vida como un ser humano aunque solo deje una sonrisa a mi paso, una manera de llorar con bondad. Carmen

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  5. No sé si volveremos, pero sí creo ue todos tenemos una misión, misión que puede cumplirse por estar en un momento dado en un lugar determinado y decir esa palabra que hace falta, o mover esa palanca que salva... o ser escalón para que llegue al mundo un ser que está destinado a cumplir una misión grande, lo que hace también a aquella una misión grande porque hizo posible la otra. Para bien o para mal creo que todos vinimos por algo. Pero literariamente está muy bien el contraste entre una vida opaca, aparentemente intrascendente y el nacimiento de una reina . Y acaso ¿el que esa vida humana haya sido el escalón previo para el nacimiento de una reina no da sentido pleno a esa vida? Bah... filosofía barata. Lo he disfrutado, emperador. Un abrazo apretado. Y otro para las chicas.

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  6. Marco Antonio responde:
    La ansiedad de ser propósito nos mina la razón y nos convence de que sí somos puntales en el proceso de la vida. Es buena filosofía pensar que aquí estamos para cumplir una misión, que todos contribuimos a transformar la fachada del destino. Aunque estemos hablando de un infinitésimo elemento de la naturaleza, una inconsecuente arruga en la textura del universo.

    Con todo mi cariño

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  7. todos venimos por algo a esta vida que lo sepamos aprovechar está en nosotros. considero que si muero como persona renazco como tal si he vivido en la opulencia quizás deberé conocer la tremenda pobreza, debo pasar por estadíos hasta lograr la plenitud el alma no sé si es chabacanería es quizas querer ser mejor cada día de allí mis escritos que en realidad poco pueden significar en un mundo tan cruel, un beso a todos y que sean felices!

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