LO QUE SIEMPRE HEMOS QUERIDO DECIR, PERO HASTA AHORA NUNCA NOS ATREVIMOS

sábado, 7 de mayo de 2011

MUNDO FELIZ




La tierra se estremeció y la vida dejó de sonreír, se vistió de luto y en un soplo de tiempo repartió la desgracia a todos por igual. El antes y un después en la mañana del día cuando los sueño dejaron de existir. Miles de almas se apagaron para siempre victimas del seísmo y de su apocalíptico acompañante; el tsunami que arrasó la provincia de Fukushima y transformó la geografía y la rutina de forjarse el futuro en toda una región del Japón.

Horas más tarde el resto del mundo lo presenció a todo color sintiendo la impotencia y la tristeza que embarga al espectador en su refugio de distancias. Se dice que estamos unidos por un ombligo universal, pero secretamente reconocemos nuestra incapacidad personal para compartir el dolor, la angustia y la desesperación colectiva que se produce cuando desaparecen los puntales de una sociedad, de una familia, de un modo de vida y sí, hasta cierto punto nos sentimos culpables porque no se nos desgarra el alma a pesar de las pérdidas personales que nunca llegan a ser nuestras.

Si fuéramos perfectos y si en realidad estuviésemos unidos más íntimamente y dependiéramos el uno de todos los otros para sobrevivir, éste sería un mundo feliz.


Marco Antonio Peña

2 comentarios:

  1. así es amigo , ese sería un mundo feliz pero no es un mundo feliz. Nosotros podemos sufrir, pero que más podemos hacer? llorar pero que otra cosa, mirar desde miles de kilómetros,jamás podremos sentir el dolor en carne propia si no lo sufrimos nosotros.
    El horror nos fue mostrado, cualquier persona sensible lo ha sentido, te digo algo amigo muchas más cosas veremos, mucho más dolor habrá sobre nosotros, es quizás esa la cruz universal que nos toque vivir. Cada muerto de japón es mi hermano, cada muerto de la mano de la barbarie es mi hermano, tú eres mi hermano , lástima que no muchos piensan de ese modo, yo estoy aprendiendo ojalá aprenden los ciegos y los necios que solo ven su ombligo. Cariños en sábado siendo aquí las 10.:53 en mi argentina a la que a pesar de todos su defectos y de sus gobernantes no cambiaría por nada.

    ResponderEliminar
  2. La condición humana es de una complejidad abrumadora. Aunque no es lo mismo padecerlo en carne propia, nos acongoja el dolor del otro que padece la mano inclemente de las fuerzas naturales. Hablamos de hermandad, de prójimo, pero de hecho hay, si no indiferencia, algo así como una pena circunstancial frente a la desgracia ajena. Y luego a seguir con nuestra "pequeña" vida. Pero... ¿hay algo peor que esa "capacidad" humana de hacer la guerra? ¿Hay algo más hipócrita que los tratados internacionales que supuestamente procuran que los seres humanos se maten,sí, pero respetando ciertas normas, es decir, que se maten como caballeros? ¿Hay algo más perverso que matarse los unos a los otros y al rato "permitir" el acceso de la Cruz Roja para recoger cadáveres y heridos? Lo humanitario a continuación de lo más salvaje: el crimen "legalizado" por una declaración de guerra. Ah... y que se respete a los civiles, a las mujeres y a los niños en particular. Porque parece que matar a civiles es deleznable pero matar un "niño" de 20 años con uniforme, o a un padre de familia de 45, a quienes se les ha adiestrado para matar a otros de 20 o de 45 en las mismas condiciones pero nacidos bajo otra bandera... es una honra, algo que hay que celebrar... hasta otro día en que se seguirá matando, o nos matarán. Estamos muy lejos de honrar la vida. Gracias a ti Marco, por este texto que invita a la reflexión, lo mismo que el comentario de Susana. Abrazo a los dos.

    ResponderEliminar